A LO ABARCA Y A MARIA
Como hilo de agua dando notas
Lo Abarca fue escribiendo sus anales
con silencio y alegría sin congojas.
Sus tristezas malogro desoladas,
entoldan brillo de los haces.
Prende el velo de la noche
cerros flexuosos en su luna;
livianos rayos del vespertino
templan al paisaje semi escondido,
y los suspiros campestres lindantes:
restallan la cuesta encorvada;
arrellanada sobre el valle fértil,
del frondoso y angosto camino.
Por faz boscosa modelada
se es viajante en el destino.
Hace el ruedo el paso lento,
la subida callejera encumbrada;.
zigzaguean las sombras moribundas
de la tupida y única alameda.
¡Oh María! Madre Mía…eres cántico
de procesiones allí sabidas.
Tiran pétalos de rosas,
puras flores de esencias vivas
con vitoris a María,
al olimpo iban:
las plegarias peregrinas
que ya todos conocían.
Coro de voces miman la audición:
FA-RE-MI-DO-SOL,
entonando las sopranos,
líricas canciones de armonía:
en sus cánticos de amor.
Al candil monoteísta
subió el rezo en procesión,
del antiguo relicario:
de la inmaculada concepción,
Madre del Cristo Redentor.
Lo abarcaninos están llenos de tu Gracia,
versa el rezo natural de la oración.
¡Oh María! Madre Mía…
en mi consuelo siempre estás…
cada ocho de diciembre
cumples años en potestad,
por los siglos reinarás…
Navegando mares temerarios
toda Diosa, en Valparaíso recaló
y con trote de bueyes santos;
ascendiendo los atajos,
al Villorrio de Lo Abarca,
su Santuario, llegó.
Sentimiento hermanan cantos
con la imagen de María,
paso a paso caminando,
más los aves entonando,
peregrina la alegría.
En Lo Abarca celebraron:
La primera procesión.
La Purísima Doncella,
luce su figura bella;
nos aparta del pecado,
redimido en su pasión.
Del primer son de campana
en Lo Abarca está el pregón;
en la fe y en la esperanza
que nos une en la aflicción.
¡Oh! mi dulce Virgen María…
plena de gracia,
en mi consuelo siempre estás…
EL parasol se encarama,
en la cúspide de su altar;
lo resguarda dos piraguas,
donde abisma la mirada
del depuro redondel.
Cuán ansiosa , vislumbre llama
que llevemos el rosario
con los hijos al santuario;
a elevar una plegaria
por el pueblo lo abarcanino,
más allá de la distancia
donde husmea la niebla,
nace, moja y desdobla.
¡Oh Santísima!… Virgen María.
Virgen Purísima de Lo Abarca;
Encarnación del Divino Verbo,
las campanas de tu pueblo, te proclaman:
por los siglos de los siglos
y por más de trescientos años.
Sólo los tibios y tímidos:
te ovacionan, en silente espíritu…
AMEN…
Lo Abarca fue escribiendo sus anales
con silencio y alegría sin congojas.
Sus tristezas malogro desoladas,
entoldan brillo de los haces.
Prende el velo de la noche
cerros flexuosos en su luna;
livianos rayos del vespertino
templan al paisaje semi escondido,
y los suspiros campestres lindantes:
restallan la cuesta encorvada;
arrellanada sobre el valle fértil,
del frondoso y angosto camino.
Por faz boscosa modelada
se es viajante en el destino.
Hace el ruedo el paso lento,
la subida callejera encumbrada;.
zigzaguean las sombras moribundas
de la tupida y única alameda.
¡Oh María! Madre Mía…eres cántico
de procesiones allí sabidas.
Tiran pétalos de rosas,
puras flores de esencias vivas
con vitoris a María,
al olimpo iban:
las plegarias peregrinas
que ya todos conocían.
Coro de voces miman la audición:
FA-RE-MI-DO-SOL,
entonando las sopranos,
líricas canciones de armonía:
en sus cánticos de amor.
Al candil monoteísta
subió el rezo en procesión,
del antiguo relicario:
de la inmaculada concepción,
Madre del Cristo Redentor.
Lo abarcaninos están llenos de tu Gracia,
versa el rezo natural de la oración.
¡Oh María! Madre Mía…
en mi consuelo siempre estás…
cada ocho de diciembre
cumples años en potestad,
por los siglos reinarás…
Navegando mares temerarios
toda Diosa, en Valparaíso recaló
y con trote de bueyes santos;
ascendiendo los atajos,
al Villorrio de Lo Abarca,
su Santuario, llegó.
Sentimiento hermanan cantos
con la imagen de María,
paso a paso caminando,
más los aves entonando,
peregrina la alegría.
En Lo Abarca celebraron:
La primera procesión.
La Purísima Doncella,
luce su figura bella;
nos aparta del pecado,
redimido en su pasión.
Del primer son de campana
en Lo Abarca está el pregón;
en la fe y en la esperanza
que nos une en la aflicción.
¡Oh! mi dulce Virgen María…
plena de gracia,
en mi consuelo siempre estás…
EL parasol se encarama,
en la cúspide de su altar;
lo resguarda dos piraguas,
donde abisma la mirada
del depuro redondel.
Cuán ansiosa , vislumbre llama
que llevemos el rosario
con los hijos al santuario;
a elevar una plegaria
por el pueblo lo abarcanino,
más allá de la distancia
donde husmea la niebla,
nace, moja y desdobla.
¡Oh Santísima!… Virgen María.
Virgen Purísima de Lo Abarca;
Encarnación del Divino Verbo,
las campanas de tu pueblo, te proclaman:
por los siglos de los siglos
y por más de trescientos años.
Sólo los tibios y tímidos:
te ovacionan, en silente espíritu…
AMEN…
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